¿Cuál fue la primera serie?
El formato televisivo que cambio nuestras vidas, para siempre.
El otro día, se me ocurrió preguntarme cuál había sido la primera serie de todos los tiempos, no podía recordarlo y me parecía importante que todos tengamos acceso a esta información. ¿Por qué? Simple. Porque no concebimos la vida sin las series, hace años que nos dedicamos a pasar horas frente al televisor, maratoneando temporadas completas de nuestras historias y personajes favoritos.
Si bien en la facultad estudie el surgimiento de la televisión y los formatos que la caracterizaban, hoy día, con todas las plataformas digitales que existen, tenemos otra forma de consumir este medio, todo cambio.
Actualmente, además de utilizar los métodos convencionales, como lo son los canales de cable; las vemos a diario en: Netflix, Youtube, Amazon, HBO… pero muy pocos somos conocedores del origen de las mismas y en qué momento de la historia nuestras vidas cambiaron para siempre, sin que lo sepamos.
Llama muchísimo la atención el gran número de series que existen y consumimos, con apenas medio siglo de historia… ¿Quieren saber más? Acompáñenme a conocer este pequeño fragmento de la historia…
Nota: No queremos hacer hincapié en el surgimiento de la televisión como medio, ya que a esta parte de la histora le dedicaremos un artículo aparte, detallando todo el suceso que esto significó…
Podríamos comenzar entendiendo a qué llamamos serie:
“Una obra audiovisual que se trasmite en emisiones televisivas diarias o semanales; manteniendo cada una de ellas una unidad argumental en sí misma y con continuidad, al menos temática, entre los diferentes episodios que la integran. Aunque el término se emplea popularmente para designar a la ficción seriada, otros géneros son susceptibles de ofrecerse en serie, como el documental”.
Dicho esto, podemos considerar que su rasgo principal es estar dividida en capítulos que siguen una unidad narrativa. Esto puede darse en todos los capítulos, siguiendo la historia a lo largo de la temporada o manteniendo cómo base argumental los personajes y situaciones puntuales, pero comenzando y cerrando la trama del episodio dentro del mismo. También existen aquellas series que conocemos como unitarios, qué solo mantienen como hilo conductor la temática pero cambian sus personajes y cada capítulo se vale por sí mismo, sin necesitar del resto para ser entendido.
El origen
El nacimiento de las series de televisión se remiten a principios del siglo XIX, con los folletos literarios que derivaron luego en las primeras radionovelas. Estas emisiones radiofónicas cobraron una gran popularidad dado que las familias se reunían alrededor de la radio para seguir las historias que a través de ellas se emitían, generalmente contaban historias dramáticas.
Pronto aparecieron las primeras Soup Opera como pilotos de lo que luego serían las telenovelas, con experimentos como “These are My Children” en los años 30. Con estas producciones seriales se empezó a popularizar la lectura de otros medios alternativos como los cómics en los años 30 y 40.
En los años 40 poco a poco fue progresando el fenómeno televisivo, fue entonces cuando comenzó a desarrollarse la tecnología necesaria para grabar series y programas de televisión, los cuales se podían emitir más tarde, en un horario determinado, no solo en vivo. Toda una revolución para la época.
Fue a finales de los años 60 cuando las series de ficción comenzaron su verdadera producción en Estados Unidos.
Cadenas de TV como ABC o CBS, entre otras, emitían series de ficción que cada vez iban ganando más adeptos. En aquel entonces las series que se emitían en televisión tenían una trama muy sencilla y se buscaba que gustasen a todo el mundo, así de simple era la receta: situaciones cotidianas, fáciles de entender.
La primera serie de éxito en Estados Unidos fue “I Love Lucy”, una sitcom (comedia situacional) que se emitió en la cadena CBS en la década de los 50 (desde 1951 a 1957) y, durante cuatro temporadas, fue la serie más vista de la televisión, en ella se lucía su actriz principal, la cómica Lucille Ball.
Cuando llegó a su fin, NBC apostó por ‘Bonanza’, una serie western con capítulos de 60 minutos de duración y cuya imagen era en color, estos fueron sus dos grandes aportes a la industria. Esta serie se emitió entre los años 1959 y 1973.
La marca de automóviles Chevrolet fue su principal patrocinador. Es importante entender qué, en esta época, la clave para seguir al aire era tener buena audiencia para que los auspiciantes inviertan en las tandas publicitarias del show.
Por lo tanto, podemos decir que éstas son las dos primeras series de la historia. Todo un fenómeno televisivo que conquistó el corazón de millones de espectadores y fue evolucionando, muy rápidamente, a lo que hoy entendemos y conocemos como series.
En el mismo año ocurrió un fenómeno sin precedentes al aparecer ‘The Twilight Zone’, emitida entre 1959 y 1964. Un experimento para plasmar historias de ciencia ficción en televisión y que revolucionaría la programación vista hasta el momento.
Para entender esto hay que tener en cuenta que, en un principio, las cadenas consideraban el negocio de la TV como un mercado fijo con series que recurrían a los clichés y que buscaban innovar muy poco, de modo que no pudieran fallar y los sponsors siguiesen invirtiendo.
Todo el tema publicitario condicionó a las cadenas de televisión, ya que no sólo buscaban mayor cantidad de audiencia en el producto puesto en pantalla, sino mejor calidad de público, aquellos más propicios a comprar lo que ofrecían.
Pero las cadenas no estaban dispuestas a renunciar a las series de televisión, que en determinadas franjas horarias eran las que aportaban el mayor número de telespectadores, pero obviamente tampoco podían renunciar a su fuente de financiación, así que empezaron a plantearse qué tipo de equilibrio podían encontrar. La más valiente fue la cadena CBS, que decidió suspender radicalmente series que funcionaban en cuanto a índices de audiencia, pero constituida por un público mayor y de origen rural, suspendieron programas como ‘The Beverly Hillbillies’, ‘Mayberry R.F.D.’, ‘Petticoat Junction’, ‘Hee Haw’ y ‘Green Acres’.
Esto culmino en el surgimiento de una nueva forma de hacer televisión.
En los años 70, la cadena CBS se animó a producir series más complejas como ‘Mary Little More’. Una comedia que giraba en torno a una mujer divorciada que hacía todo lo posible por sacar adelante a sus hijos a pesar de las complicadas circunstancias que la rodean. A pesar de no ser un gran éxito se mantuvo al aire durante siete temporadas. Por dos motivos, económicamente fue rentable, a pesar de la gran inversión realizada y, además, ganó 29 premios Emmy que avalaban su calidad artística.
Debido al riesgo que corrió la CBS, y gracias a que realmente funcionó, empezaron a surgir productos más complejos para la época en horarios que muchas televisoras consideraban muertos y, más adelante, serían horarios centrales.
En 1972 apareció ‘All in the Family’, una serie que en tono de comedia que hablaba sobre la homosexualidad. Posteriormente ‘M.A.S.H.’, que logró permanecer 11 años al aire y tuvo una gran proyección internacional.
Al final se puso en marcha la evolución hacia series de más calidad artística, ya que quedó claro que el público no buscaba conformarse, una sociedad que evoluciona quiere verse reflejada en la pantalla.
La CBS fue la pionera, pero el resto de cadenas se amoldó fácilmente a este cambio de paradigma.
La ABC emitió una miniserie: ‘Roots’ en la que en tan sólo 8 capítulos se abordaba el problema de la esclavitud en los EEUU. ‘Hill Street Blues’, fue una serie policial que se estrenó en 1981, un encargo que la NBC le hizo a MTM.
Los años 80 y 90 vieron aparecer todo tipo de series de distinta índole, muchas de tipo experimental, las cadenas se dieron cuenta de la necesidad de generar culto, de tener un público fiel al producto que generaban.
Así surgen series en las que no se repara en gastos como ‘Miami Vice’, que era patrocinada por Ferrari y pretendía ser una muestra del lujo, como lo eran ‘Dallas’ y su rival ‘Dinastía’, los reinos de la belleza y el poder.
Pero también otras que mantendrán en vilo a los espectadores, generando una especie de revolución basada en el arte y el prestigio, combinando los conocimientos del cine con la televisión, como fue la serie emitida a principios de los años 90 por la ABC, ‘Twin Peaks’ del director David Lynch.
En estos años, también las cadenas de la televisión por cable de los EEUU, empezaron a aplicar los métodos de las cadenas públicas. Buscaban un público fiel que se decidiese a pagar por series que realmente le gustasen.
Estos años estuvieron marcados por la evolución del Internet. Fue así que surgieron ’Los Simpson’ y una serie de culto que marcó un referente de gran implicación posterior X-Files. El público que estaba dispuesto a pagar la televisión por cable era prácticamente el mismo que primero se unió a las filas de internet. X-Files fue la primera serie en reunir un grupo de fans que comentaban los capítulos en la red.
Las cadenas privadas se unen al negocio
Como toda gran evolución de este medio, que comenzó años atrás con la radio, todos quieren subirse al tren y no perderse los beneficios que implica. Visionarios en el sentido que, si miramos en retrospectiva, hoy todo gira en torno a las series…
Las cadenas de cable, en los años 90, no ofrecían mayor contenido en su programación que repeticiones de partidos o documentales sobre temas específicos.
No fue hasta 1997 cuando HBO produciría series como ‘Oz’ en torno a un drama carcelario, ‘Los Sopranos’ como una historia fragmentada de la mafia de David Chase, que comenzó a emitirse en 1999 y duró 6 temporadas y es considerada (por los expertos) una de las mejores series de televisión de todos los tiempos; y posteriormente una de sus apuestas más arriesgadas en la ficción: ‘The Wire’. En todas ellas está bien presente el fenómeno de fans de culto y la calidad artística.
Para ir terminando, queremos hacer una mención especial a la serie de la ABC, emitida entre 2004 y 2010, ‘Lost’ ya que la misma amplió el camino que había iniciado X-Files. Congregó a sus fans en millones de páginas de Internet, de manera que se inició un auténtico fenómeno de interpretaciones y teorías conspirativas donde, los propios espectadores, participaban en cierto modo en la serie dándole vida más allá de la pantalla.
Hoy en día podemos considerar como herederas de estas series: ‘Breakind Bad’ y ‘Game of Thrones’.
Las series se convirtieron en la extensión del lenguaje cinematográfico. Ya no son consideradas un género menor. Cuentan con la ventaja que, por extensión temporal, puede desarrollar más su trama y la evolución de los personajes, a lo largo de los diferentes capítulos.
Las series son una clara muestra de los cambios históricos, a través de ellas vemos la evolución de la sociedad, ya que además de entretener son un reflejo del mundo en el que vivimos.
Como mencionábamos al comienzo de esta nota, las series ya ni siquiera dependen de la televisión. El desarrollo de Internet ha sido un punto de inflexión de manera que la unidad estructural ya no es el capítulo, sino la temporada completa.
Dejamos de depender de los horarios televisivos para ver el episodio siguiente; en vez de eso, podemos elegir el momento exacto en que queremos mirar cada capítulo, con contadas excepciones (series que se van subiendo semanalmente a las plataformas como si fuesen episodios televisivos). Antes necesitábamos reservar un horario de nuestro día para sentarnos frente al televisor y observar aquella historia que tanto nos cautivaba, hoy día somos artífices de nuestro propio destino, podemos elegir cuándo queremos desenchufarnos de nuestra rutina para dejar volar la imaginación con nuestra serie favorita…
Si te gustó esta nota, y te parece interesante el contenido que posteamos en nuestro blog; no te olvides de suscribirte a los amigos de Avanti! para recibir todas las novedades, artículos, descuentos, promociones ¡y más!
Y dejanos en tu comentarios qué tema querés que tratemos en la próxima nota.
Escrito por Camm
Contenido recopilado de Internet
Avanti! Producciones