La Casa de Papel: Temporada 5 – Vol 2
Season Finale: Review
Después de 5 temporadas, 41 episodios y más de 35 horas de reproducción (capítulos de 50 min aprox.), ‘Money Heist’ llegó a su fin. ¿Es el final adecuado para el atraco de sus vidas? ¿Fue una resolución justa?
Hoy, en nuestros two cents, te contamos qué nos pareció esta serie.
Antes de leer esta nota, te recomiendo que pases a leer las reviews anteriores, ya que muchas ideas que mencionamos se sostienen en opiniones previas, sobre lo sucedido anteriormente en ‘La casa de Papel‘.
Temporada 1 y 2 – Temporada 3 – Temporada 4 – Temporada 5, Vol. I
* Alerta de spoilers *
Desde que comenzó La casa de Papel, parece que hemos estado en un viaje con el Profesor (Álvaro Morte) y su equipo.
Podríamos metaforizar la serie y decir que fue como una partida de ajedrez que hemos estado jugando y cada movimiento suyo nos ha dejado asombrados. Al menos durante las primeras temporadas. A medida que avanzaron los capítulos, se volvió descuidado y llevaron al extremo su capacidad para predecir los acontecimientos y adelantarse a ellos.
Inclusive, en ésta última temporada, las negligencias que lo hicieron humano, terminaron eclipsados por las tontas resoluciones de los conflictos. Honestamente, me quedé con la sensación de que los escritores le terminaron tomando el pelo al espectador. Considerando que uno queda inmerso en un universo que se rige por determinadas leyes que construyen su verosímil, no deja de tener contacto con una realidad, en la que ciertas situaciones no podrían suceder de la manera que lo hicieron.
Hubo muchas expectativas con el gran final y, se puede decir que fue un final un poco decepcionante, al menos desde mi punto de vista personal. Veníamos de situaciones extremas, desenlaces fuera del común de la imaginación de cualquier persona promedio y, aun así, la resolución final quedó reducida a las palabras.
Considerado como uno de los atracos más grandes del mundo, ya que el equipo del Profesor robó el oro del Banco de España, mientras lidiaba con múltiples obstáculos, incluido el Coronel Tamayo (Fernando Cayo), levantamientos internos gracias a Arturo (Enrique Arce), la desconfianza del equipo sobre los planes del Profesor y otras situaciones mencionadas en al review anterior. Faltó una vuelta de tuerca.
Desde que la banda asumió la tarea de su segundo atraco, la única pregunta que ha estado en nuestra mente es si volverían a tener éxito, si saldrían airosos como en las dos primeras temporadas. Los últimos cinco episodios tratan sobre este viaje lleno de adrenalina mientras intentan seguir jugando sus cartas hasta el último minuto. Pero la emoción planteada en el volumen I de esta entrega, se licua por completo.
Los Personajes
Si hay algo que concederle, es el trabajo que hicieron con algunos de ellos, ya que parece ser el momento más sólido del arco, con algunas falencias que igualmente encontramos a lo largo del camino. No todo puede salir perfecto.
Desde su primer atraco a The Royal Mint hasta su viaje al interior del Banco de España, el propio Profesor, así como su equipo, han cambiado. De ser un fanático del control que tenía que tener todo controlado desde el principio, el Profesor ha tenido que improvisar y pensar mucho más la segunda vez. De ser súper introvertido, pasó a jugar el papel de héroe al entrar al Banco por sus compañeros. Asegurando que, en caso de hundirse el barco, como buen capitán se hundiría con ellos. Hay una evolución que intenta mostrarlo más humano, con falencias; pero aires de grandeza.
Por otro lado, me gustaría destacar que el personaje de Alicia Sierra (Najwa Nimri) quiere mostrar como si se hubiese redimido a sí misma. Pareciera que finalmente aprendió a expresar sus emociones y entablo una inesperada amistad con el Profesor. Pero acá disiento totalmente con lo que quisieron contar, a nivel guión siendo que hay muchas fallas. Este debe ser de los momentos más inverosímiles de la serie.
Ya de por sí, el momento en el que Raquel Murillo (Itziar Ituño) deja todo por el Profesor, por amor; tenía sus red flags. Alicia, más allá de haber perdido credibilidad y ser perseguida también por la policía, nunca podría ser parte de la banda, mucho menos después de haber torturado a Río (Miguel Herrán). Si bien el robo siempre fue una excusa y algo que el Profesor quería hacer en su afán de ser ladrón de oficio, perdonar a la persona que torturo a uno de los integrantes de su equipo, indiscriminadamente, sin consecuencias; hace agua.
No la alianza en sí misma, como un matrimonio por conveniencia, la salida a la situación. Sin embargo, debería haberse terminado ahí, en un acuerdo por necesidad. No es una situación que pueda decantar en una amistad bajo ninguna circunstancia. Si el argumento de Río no te parece lo suficientemente fuerte o convincente, no olvidemos que fue la responsable de la muerte de Nairobi (Alba Flores), el mejor personaje de la saga junto con Berlín. Cómo podrían perdonarle la caída de sus amigos y entablar una relación con ella como si nada hubiese pasado. No tiene razón de ser. La humanidad habla de la grandeza de perdonar, pero está demasiado forzado.
Siento que la trama de Alicia debería haber terminado antes, o desarrollarse en paralelo con el Profesor, como se dio en la mayor parte de la temporada. Independientemente del resto. Ante la posibilidad de encontrarse con Río, quién está con la banda en el galpón esperando para huir, tan impune se presenta ante ellos. Es una situación que me hace mucho ruido.
Y si hablamos de momentos sin pies ni cabeza, seamos realistas, Rafael (Patrick Criado) le devuelve los lingotes de oro sin más, sólo por una nota de papel que le envía el Profesor, que posiblemente se avala bajo la idea de que son una familia de ladrones y, como tales, deberían estar juntos en el atraco. Porque la familia es lo más importante. Como si fuesen la mafia italiana. Qué mensaje puede ser lo suficientemente convincente para que devuelva el botín para quedarse con sólo una parte. Supongamos que quiere evitar el enfrentamiento a mano armada que terminaría en la muerte de la mayoría de los presentes. Igualmente está renunciando a muchísimo dinero, por una familia a la que ya traicionó dos veces. Primero a su padre, luego a su tío. Y, de pronto, se redime por un pedazo de papel. Raro.
Además, volviendo un poco sobre la trama. Después de hablar con Raquel, el Profesor descubre que, al parecer, Berlín le había contado todo sobre el plan a Tatiana, y ella y Rafael decidieron usar esa información para robarles el oro.
Vamos a creer que todo eso está bien porque Rafael es nieto e hijo de ladrón. El problema es que, de acuerdo con los cálculos del equipo, Rafael y Tatiana sabían el plan desde hacía años. Entonces, si ellos ya lo sabían todo (incluyendo el lugar por el que sacarían el oro) y planearon cada detalle cuidadosamente. ¿Por qué no compraron el terreno con anticipación? ¿Por qué utilizaron una casa prefabricada que no combina con el estilo del vecindario que eligieron? Todo esto es conveniente para la trama, para que Alicia pueda encontrarlos. Pero no funciona. ¿Es acaso esto es otro error de guión?
Dejando esto de lado por un momento, cómo sabía el Profesor que les iban a robar el oro como para tener planificados los acontecimientos para desviar la atención del gobierno en la búsqueda del mismo. Es decir, claro está que no lo sabía; pero ¿aun así tenía un plan?. Podríamos asumir que eran las acciones a llevar a cabo mientras efectivamente ocultaban el botín, pero se trasluce que no había un plan para esto. El diálogo funciona como vehículo de información durante toda la serie y, si había efectivamente un plan, lo que nos cuentan está todo pensado para el robo. Deberíamos haber contado con la información de qué iba a suceder si las cosas salían bien, lo que hicieron durante gran parte del relato. Por qué cambiar las reglas de juego a esta altura.
Lo que le concedo a este personaje es que, por una vez en tanto flashback, tuvo una razón de ser hacer tanto hincapié en él. Resulta que estábamos en lo cierto, lo que lo vuelve también bastante predecible. Rafael terminó “robándole la mujer” a su padre, Berlín (Pedro Alonso), quien lo alentó a tomar lo que quisiera en la vida sin pensar en las consecuencias.
Escenas
Por dónde empezar… No quiero destacar, como en la nota anterior, aquellas que gracias a la acción se sostienen, ya que tienen impacto visual. Si hablamos de la técnica, la puesta en escena, los movimientos de cámara y derivados, sigue funcionando a la perfección. Las imágenes que involucran la fundición del oro en pepitas, así como el armado de lingotes con las máscaras de Dalí talladas, están filmadas con un cuidado digno de ser admirado. Así como la escena de Berlín destrozándolo todo tras descubrir que Tatiana (Diana Gómez) lo abandonó por su hijo.
El problema, una vez más, recae en el contenido. Se repiten escenas que terminan haciendo que miremos la pantalla con cara de DAFUQ.
Alguien puede explicarme cómo, en el medio de un caos semejante, los personajes toman las decisiones de accionar tan erradamente. Si antes hablaba de arcos de personajes, qué pasó acá.
Acaban de matar a Tokio (Úrsula Corbero), Río quiere hacer venganza por mano propia matando a los militares con una ametralladora.
Palermo (Rodrigo de la Serna) está negociando con Lisboa, mientras Helsinki (Mirko Dragic) siendo operado, entre otros momentos extremos.
Mónica tiene tiempo de inyectarse morfina porque la persigue haberle disparado a Arturito, pelearse con Denver (Jaime Lorente López) que está confundido con sus sentimientos con Manila (Belén Cuesta). Hacerle un striptease (sin mencionar el hecho de ser sexualizada, si bien tiene una mínima relación con la primera temporada cuándo él hace un baile para ella, salvemos las distancias de la situación) y acostarse con él. Y, llevándolo al extremo, cuando los sorprenden y los toman prisioneros en su propio atraco, hasta les devuelven la ropa y los dejan vestirse nuevamente antes de maniatarlos. Me quedé sin aire mental intentando recitar estos momentos intentándoles dar sentido.
El momento en que Denver quiere confesar porque, según muestran los flashbacks, no confía en el plan del Profesor, está mal manejado. No termina de quedar claro si realmente está por tirar por la borda el plan para salvarse, o está jugando con Tamayo. Si realmente se arrepiente en el proceso o simplemente lo está haciendo perder tiempo. Como espectadores omnipresentes, ya que se nos está dando información constante para que la trama avance y se desarrolle, deberíamos poder dilucidar qué trama este personaje. Pero estamos tan confundidos como él.
Como fanática del amor podría decir que la escena que más me “conmovió” fue el Profesor pidiéndole casamiento a Lisboa, colgados de manos, haciendo un esfuerzo por besarse. ¿Deja vú? Después de que ella, ex policía, lo hace reconocer que es ladrón por amor a la profesión, no por necesidad, no por su familia. Y, aun así, es una escena más.
O el momento final, cuando el Profesor y Palermo se miran, con los ojos llorosos, en un claro pensamiento que homenajea a Berlín, como si le estuviesen dedicando la victoria.
También quisieron agregar algo de humor para descontracturar una trama que poco tenía de estresante con la escena de la discusión del nombre de Pamplona. O hacerle un guiño a la nostalgia cuando vuelven a cantar ‘Bella Ciao’.
De los momentos que siento mejor realizados, es la conexión de los atracadores con el público que los espera fuera del Banco. El momento en el que envían el video contando las bajas que hubo tras los enfrentamientos y pidiendo disculpas ya que se consideran ladrones y no asesinos. Pero quizás la empatía está llevada al extremo cuando, a pesar de todo, el pueblo sigue estando de su lado, coreando a su favor, a pesar de saber que se robaron las reservas que mantienen al país en pie. Si bien son una suerte de Robin Hood, la serie se desarrolla en un contexto muy cercano al nuestro, por lo que la verosimilitud tiene que atenerse un poco a las consecuencias de la vida real.
El final
Cuando se trata de escribir finales para programas que tienen un fandom a nivel global, en el que los fanáticos adoran a los personajes, es una decisión difícil no caer en tratar de burlar sus teorías y ofrecer un final impactante e inesperado. Queriendo quedar bien con todos los espectadores.
Los creadores del show continuaron siendo fieles a su estilo de narración y nunca trataron de impresionar o complacer demasiado a sus audiencias. Lo que quedó clarísimo a medida que avanzaba la trama. El final con todos sus escandalosos giros y vueltas es fiel a lo que plantearon desde el momento cero.
Quizás siempre hubo abuso de los flashbacks con personajes que fueron asesinados para agregarle contenido emocional a los diferentes episodios. Especialmente incorporando nuevamente a Tokio a la trama, ya que no era suficiente su voz en off, así como a Berlín, la gente necesitaba verla. Siento que quisieron agregarle contenido sentimental que faltaba en el desenlace ya que los personajes habían perdido su esencia hacía varios episodios.
La escena de Berlín y el Profesor hablando de la muerte de su padre junto a Rafael, sólo para llegar a la conclusión de que son una familia de ladrones y luego justificar el desenlace que tienen con él y el oro, parece carente de sentido. En otro contexto sería una escena que conmueve, pero en esta trama no suma que toda la información sea trasmitida a través del diálogo o flashbacks que sirven al avance de la trama en momento puntuales, pero flojos.
Además, nadie habla del trauma de esa pobre criatura tras ver cómo asesinaron a su padre. Después de lo ocurrido, que sea ladrón es el menor de sus males. Más allá de su obsesión por tener todo bajo control, sobre todo en sus planes; y ser un poco tímido o introvertido, no pareciera tener mayores problemas en la vida. Quizás que habla con los muertos a través de sus planes, pero no es más que un intento de hacernos conectar con el personaje. Así como el momento que Río siente a Tokio en el aire, agregándole una pizca sobrenatural a una serie que nada tiene que ver con esto. Entiendo el hecho de presentarlos más humanos, con sufrimientos como los que puede tener uno, pero a veces querer abarcar tantos aspectos termina anulando la empatía en vez de acercarnos a ellos.
En términos de finales de series, Money Heist cumple, pero no asombra. Deja un gusto amargo.
El atraco mejor planeado, más grande, de todos los tiempos. Y una resolución que recae en la palabra del Profesor que, por muy buen orador que sea, termina convenciendo al Coronel Tamayo, engatusándolo, como si fuese un niño. Es tan simple como plantear que: o ganan ambos o pierden los dos. ¿Tan fácil? Sí, podríamos decir que es una crítica a la corrupción de los estados y un montón de excusas políticas que, seguramente, justificarían a la perfección lo sucedido. Pero es seguir forzando conclusiones.
El episodio final de Money Heist termina con Tamayo dando un comunicado de prensa al público de que el atraco ha terminado. Anuncia que los atracadores fueron asesinados a tiros en una ‘resistencia final’.
Se ve sacar bolsas para cadáveres del banco mientras la multitud llora. Luego, se abren las cremalleras de sus bolsas para cadáveres y salen los integrantes del equipo airosos. ¿Este es el mayor giro de la trama de La casa de Papel? 24 hs. después, con nuevos pasaportes, se suben a un helicóptero y parten hacia una nueva vida, todos juntos. Todos impecables, como si no hubiesen estado encerrados en un Banco atrincherados casi una semana. El sentido del final de las primeras temporadas era que no los atrapen, separarse, y ahora que lograron una unión con el gobierno, pueden disfrutar de su libertad todos juntos. Una resolución demasiado fácil.
En mi humilde opinión, sucede un poco lo que pasó hace ya añares con Lost. La complejidad de la trama y la fantasía tan amplia terminó haciendo que no se pueda apretar todo lo que se intentó abarcar. Y no quedó otra que terminarlo de la mejor manera, dentro de lo posible; sin grandes sorpresas.
Si me preguntan a mí, claro que nadie lo hace, debería haber terminado en desastre. Es ese tipo de historias que no podía tener un final feliz bajo ninguna circunstancia, no tenían las de ganar. El desenlace debería haberse resuelto a lo Game Of Thrones, eso sí hubiese cambiado completamente mi percepción. Las únicas muertes que suceden en la serie, de los quizás mejores personajes, quedan vacías frente a todos los sobrevivientes.
Si las aguas iban a terminar calmas, todos felices, volviendo a sus nuevas vidas, con otras identidades y mucho dinero; debería haber terminado en la temporada 2 y nos hubiesen ahorrado 3 innecesarias temporadas adicionales.
¿Ya la terminaste? ¿Qué te pareció el final? Dejá tu opinión en los comentarios, quiero leer qué pensás.
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Escrito por Camm
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