La Casa de Papel: Temporada 5 – Vol 1
La review que nadie pidió,
pero que no podíamos dejar de escribir
IMPORTANTE: Esta nota va a estar llena de spoilers. Antes de leerla, te recomendamos ver la primera parte de la final season de esta serie. ‘La Casa de Papel’, en este blog, nos ha indignado reiteradas veces, pero también nos ha dado algunas satisfacciones.
Si no leíste lo que opinamos de las temporadas anteriores, te recomendamos leerlas para entender en contexto nuestra humilde opinión. Temporada 1 y 2 – Temporada 3 – Temporada 4
Dicho esto, empecemos…
Cabe aclarar que, independientemente de cómo termine, no puedo negar que ‘Money Heist’ es un fenómeno mundial.
Escritores como Stephen King usando la máscara de Dalí en las redes sociales; cameos de estrellas del deporte, como Neymar. Canciones de rap haciendo alusión a personajes del elenco; el comercial de Martín Palermo para promocionar la serie de Netflix.
Iría más lejos e incluso me atrevería a decir que en ‘El Reino’, recientemente estrenada, el chino Darín usa una remera de Tokio en una de sus escenas haciendo honor al personaje de Úrsula Corberó, su novia (al menos al momento de la publicación de esta nota).
En ‘Élite’, donde actúan algunos de sus protagonistas, hay un guiño a los monos rojos durante una fiesta de disfraces. Esto mide la magnitud de este tipo de series.
Luego, gracias a las redes sociales, ya sea por críticas, chistes, memes, opiniones encontradas, discusiones y demás, el público ha mantenido este éxito vigente. Gracias a las controversias que generó, sobre todo al concluir la tercera temporada; se dividieron los espectadores entre aquellos que amaron cada segundo y los que odiamos como fue decayendo capítulo a capítulo después de la segunda entrega.
Como ya hemos mencionado en varios artículos anteriores, ‘La Casa de Papel’ comenzó siendo una gran serie. Contaba con un relato sólido, interesante, diferente. Pero, poco a poco, todas las historias y giros se volvieron absurdos, lo que hizo que pierda el rumbo por completo. Aun así, de alguna manera, ha hecho que el público la siga consumiendo. Su fiel escritora que, una vez que empieza una serie su religión no le permite abandonarla, por mucho que ya no le guste o sienta que descarriló; también la sigue mirando. Me debo a mis lectores y debo concluir esta tanda de reviews, que vengo realizando temporada a temporada, acompañándolos hasta el final.
Saben que el público va a reproducir la temporada 5 a pesar de que es muy probable que los decepcione. Ya viene de tropezar con muchos baches y pocas chances hay de que esta temporada sea la excepción. Igualmente, creo que parte de continuar viéndola es eso, esperar que me sorprenda y termine reivindicándose. No me atrevo a decir que lo hizo, pero posiblemente se haya encaminado un poco hacia un futuro “mejor” que el que sospechaba en una primera instancia. Esto se debe, no tanto a la continuación de historia en sí misma, sino a la acción que la rodea, la sostiene y empuja hacia adelante.
La primera parte de la temporada 5 de ‘Money Heist’ comienza de una forma muy cinematográfica. Visualmente acapara toda la atención. Llena de acción y con personajes comprometidos con la causa, dispuestos a ir a por todo. Si bien la motivación de algunos de ellos sigue estando un poco floja de papeles, en el contexto general podríamos decir que funciona.
A nivel guión se podría decir que los atracadores han logrado que la audiencia los apoye desde el comienzo. No se trata de ser un criminal o de la clásica pelea del bien contra el mal, esto ya quedó de lado hace varios episodios. La quinta temporada busca que el espectador siga empatizando con el anti-sistema. La idea de sentirse privado de sus derechos por parte de las autoridades, ir en contra del statu quo en un mundo de procesos económicos sistematizados.
Como sugiere el trabajo de promoción, y el lenguaje retórico utilizado en la cuarta temporada, esta temporada es la guerra. Puro y simple. Ya no se centra en la emoción de un atraco, la seguridad de los rehenes o la codicia por las riquezas que puedan extraer del golpe que planearon tan detalladamente. Es una travesía por la supervivencia.
Las situaciones se llevan al extremo, y se intentan justificar algunos cabos que quedaron sueltos de la temporada anterior. Es una guerra civil, frente a la necesidad de atrapar a los atracadores cueste lo que cueste, sin medir consecuencias. Esta temporada induce la guerra psicológica.
A nivel narrativo buscaron entretejer la acción en tiempo real con flashbacks para jugar con el ritmo. Esto podía funcionar en las temporadas anteriores, ya que las narrativas del pasado eran importantes, definían las cosas que estaban sucediendo en el presente. Pero ahora sólo demora los hechos.
Con el Volumen 1 de la temporada 5, parece que las secuencias que se editaron de temporadas anteriores se insertaron solo para extenderla y poder dividirla en dos volúmenes. Si bien alivia la tensión y sensación de caos que se produce de solo ver los procedimientos desde el interior del banco o la carpa de la policía, la mayoría de las veces distrae y uno sólo quiere volver a la narrativa principal. Pocos de esos recuerdos realmente suman al desarrollo de la historia.
Una vez más, se incorporaron para darle unos minutos en pantalla a aquellos personajes que abandonaron el equipo tras sus muertes, como Berlín y Nairobi. Y que saben que el público es afín y extraña ver.
Si tengo que mencionar momentos del pasado que siento podrían sumar a la trama, quizás sean los recuerdos de Tokio, pero algunos puntuales, no todos. Por ejemplo, la conversación que mantiene con Nairobi hablando que, para ella, la vida después de la muerte es quedarse a vivir en el último momento que recordaste antes de morir. Sus flashbacks con su primer amor y su primer acercamiento con Río sostienen y refuerzan esta idea. Sobre todo al momento del desenlace de este personaje. Pero no mucho más.
Guerra interrumpida
La temporada comienza en el depósito de aguas pluviales donde la Inspectora Alicia Sierra deja en jaque al Profesor.
Sierra, operando de manera solitaria, muestra algunas de sus tácticas de tortura y tiene al Profesor completamente bajo su control. Se deja entrever un lado emocional de ella cuando reitera qué la única forma de garantizar un futuro seguro para su hijo nonato es descubrir el plan del Profesor y exponerlo. Esta vez, el Profesor no tiene Plan B. Pecando de soberbio, el único que no podía faltar para que el plan se ejecute correctamente, es él. En caso de que lo atrapen, están todos condenados.
El primer personaje nuevo que introducen es Rafael, un genio en ciberseguridad, hijo de Berlín. Quien se ocupa de entrenar a su hijo sobre cómo ejecutar un atraco.
Para ser la última temporada, se dedica bastante tiempo a la pantalla en esta nueva pista, donde conocemos mucho mejor a Rafael y la esposa pianista de Berlín, Tatiana. Pero aparece horriblemente desconectado de la narrativa principal, en tiempo real. Lo que podría llegar a ser un indicio que quizás sucedió algo, a lo mejor un poco tirado de los pelos, es un diálogo que tienen en el “barco” casi al final de temporada. Berlín le dice a su hijo que, si quiere conseguir algo en la vida debe tomarlo. Acto seguido, éste cruza una mirada con Tatiana, a la que ya ha confesado encontrar atractiva en un almuerzo familiar.
Arturo, ex empleado de banco, se ve convertido en orador motivacional y prepara un motín junto a otros rehenes, armando un revuelo terrible. Si ya teníamos bronca acumulada de temporadas anteriores, termina de convertirse en un personaje despreciable. Nadie empatiza con él ni en el momento en que Mónica le dispara, matándolo. Pero tranquilos, la culpa no deja que este sea su destino; y con la ayuda de Denver, termina por regresarlo la vida.
Tamayo, el jefe de policía que dirige las operaciones desde la carpa, junto a Arturo, son personificaciones de la frustración, ya que nada parece salir como ellos quieren. Los arrebatos de Tamayo terminan siendo un poco infantiles, quizás deberían funcionar como alivio cómico, pero la tensión ni siquiera es tanta como para necesitarlo.
Sierra quiere acusar al Profesor de terrorismo. Tamayo quiere involucrar a los militares y termina acusándola a ella de traidora para salvarse a sí mismo. El Profesor, una vez más termina acomodando las piezas a su favor tras ayudar a Sierra a dar a luz a un bebe que, convenientemente para la trama, estaba naciendo al revés. Sobre todo, luego de escuchar como Tamayo la arroja a la boca del lobo sin dudarlo. Aun así, queda siempre la puerta abierta a que ella vuelva a encaminarse, dejando que su profesión la lleve de vuelta por el sendero correcto. Después de todo, en un mundo que denuncia corrupción, que mensaje quedaría de mostrar como todas las policías terminan sucumbiendo a los encantos del Profesor y pasándose a su bando…
El segundo personaje presentado en esta entrega es el Coronel Sagasta, quien ha dirigido operaciones encubiertas en Afganistán, Malí, Yemen, entre otros países en conflicto. Tamayo lo lleva a bordo contra todos los consejos de sus colegas de no convertir este asunto civil en un conflicto militar. Sagasta con su grupo de seis miembros sádicos del equipo solo tiene un objetivo dentro del Banco de la Nación: masacrar a quien se cruce en su camino.
El segundo episodio, aunque tuvo un buen ritmo y se apegó a la narrativa en tiempo real, fue el más débil. Como mencioné hace algunos párrafos, la trama principal involucró una rebelión dentro del banco por parte del personaje menos esperado: Arturito. Lo más frustrante es saber desde el principio cómo va a terminar, pero, aun así, tenemos más de 30 minutos de una secuencia de pelea.
En términos de momentos de conmoción y asombro, no fueron tan sólidos. Es verdad que las secuencias de acción están increíblemente filmadas. Como destaqué al comienzo de esta nota, es visualmente impactante. Pero no es más que eso, buena calidad técnica: cámara, efectos, edición.
Es interesante ver los conflictos dentro de las filas de ambos lados de la valla. Mientras Ángel y Suárez funcionan como la conciencia a Tamayo en la carpa de la policía, en el Banco también hay desacuerdos entre muchos personajes. Y no, esta vez ninguno involucra a Tokio. De hecho, sorprendentemente, de una temporada a otra, que transcurre en el mismo momento y continúa inmediatamente después de que termina la anterior, parecería haber “evolucionado”. Se volvió más sensata, mucho más reflexiva. Increíble.
Eso podría deberse al tercer personaje nuevo que conocemos: Rene. El novio de Tokio, el amor de su vida, quién murió en un atraco fallido a un banco. Esta relación tiene una buena cantidad de tiempo en pantalla, incluidas secuencias de verano en Lisboa, Portugal. Pero, a diferencia de la pista de Berlín, esto al menos conduce a algo un poco más concreto. Aun así, para mi gusto personal, con menos escenas mejor trabajadas podían dejar el mismo mensaje, sin abusar de los minutos destinado a contar la historia de ellos dos. Si bien, ya habíamos oído de esta relación en temporadas anteriores, con qué necesidad guardarse todos los planos para la última. Igualmente, es imposible que un personaje evolucione sólo por el recuerdo de su ex novio muerto cuando el tiempo transcurrido no es lo suficientemente relevante para que esto suceda.
Como nota al pie, no pude dejar de pensar en Miguel Ángel Silvestre que, entre su papel en Sky Rojo y estos episodios como pareja de Tokio, parecería haber quedado encasillado como atracador, proxeneta, marcando sus personajes en relación al mundo del crimen organizado. Por supuesto que tiene otros roles en diferentes películas y series, pero este último tiempo, encontró papeles similares dentro del rubro.
La Casa de Papel desde el comienzo se sostuvo con momentos tiernos que ponen en primer plano la emoción, intentando generar empatía en este atraco caótico que están viviendo los personajes. Este ha sido un leitmotiv constante de la serie. No es solo amor romántico, sino incluso aspectos como la hermandad y el amor entre padres e hijos.
Podríamos remarcar que, incluso un personaje misógino como Palermo, termina conmoviéndonos, mostrándonos su extraña forma de querer. Esto puede verse al momento de querer evitar cortarle la pierna a Helsinki a toda costa, dándole palabras de aliento (a su manera) para que no se duerma y se dé por vencido. Incluso reorganizando el ataque con el fin de conseguir, junto a sus compañeros, salvarlo.
Mujeres fuertes y empoderadas
‘Money Heist’ ha sido criticada por no dar suficiente fuerza a sus personajes femeninos, salvo en momento puntuales que hicieron que el público enloquezca. Como, por ejemplo, cuando Nairobi dijo su frase célebre “Soy la puta ama”. A pesar de ser ella es uno de los personajes que asumió el control, esto sucedió hasta cierto punto; la mayoría de las veces se sintió como si los hombres motivaran las acciones de las mujeres.
Afortunadamente, esto se ha evolucionado en la última temporada.
Lisboa ofrece un liderazgo bastante convincente en ausencia del Profesor. Se la presenta con un pensamiento más calculador, buscando sacar provecho de las situaciones que se presentan. Intenta suplir la faltante mirada exterior del Profesor.
Tokio parece haber crecido de golpe, paso de emborracharse porque Río la dejó, a tomar las riendas de su propia vida en un abrir y cerrar de ojos.
Siento que quisieron reivindicarla antes de darle un final a su personaje. Querían que el público sintiese su muerte como un sacrificio por el bien común, limpiarla de todos sus errores y las veces que en temporadas anteriores la pifió y llegó a hacer que la odiemos. Le dieron una explicación a su dolor más profundo y abandonó la serie como una heroína. No que me haya sorprendido esta decisión de los creadores y, de ser honesta, me spoilearon en Twitter antes de verla, creo que eso me motivó más a soportarla.
Si bien no tengo nada contra Tokio, bueno, quizás no es de mis personajes favoritos hace ya un tiempo. Verla sacrificándose por sus compañeros, considero que es el tipo de desenlace mucho más merecido para un personaje como Nairobi, quien tuvo una muerte cruel y para nada a la altura de lo que fue para la historia.
Estocolmo representa el conflicto de estar involucrada en el atraco y al mismo tiempo tener que preocuparse por criar a su hijo. La escena más floja de esta temporada me parece el momento en que ella se inyecta para intentar escapar de la realidad de ver el fantasma de Arturo, tras creer que lo mató. Creo que ahí se cae la fuerza que tiene el personaje frente a su conflicto interior.
De por sí sus motivaciones en una primera instancia para volverse atracadora no son lo suficientemente fuertes. No podemos hablar de que por amor a Denver termina involucrada en otro asalto teniendo un hijo de quien cuidar. Pero, suponiendo que su decisión tiene sentido, dejándonos llevar por la verosimilitud que nos propone este universo de ficción; no encuentro fuerza suficiente en su desesperación. Excede la lógica el exponerse y quedar más indefensa de lo que por sí está, por querer evadir la realidad, cuando ya de por sí la realidad misma la sobrepasa. Le resta importancia a su propio hijo, en vez de luchar por sobrevivir y volver a verlo, se da por vencida antes de tiempo. Mónica se llevo mi odio en esta temporada, debo reconocer. Queremos ver mujeres fuertes, empoderadas; y ella quiere mostrar una cara de esto, pero termina arruinándolo.
Manila tiene pocas escenas, pero logra crear un impacto. Es un personaje diferente, con motivaciones más fuertes.
Manila interpreta un personaje trans y le da voz a la comunidad al resaltar las dificultades de crecer con un padre que solo pensaba en términos binarios y prefería darle una caja de herramientas que un kit de maquillaje. Ella arroja luz sobre las sociedades intolerantes. Quizás no ahondan lo suficiente en la temática, pero aún así, sus momentos en pantalla nos sacuden las ideas. Ver que se está intentando abrir la mente de los espectadores pasivos, para que también alcen la voz. Obvio que también es algo que está de moda en el cine y series actuales, pero no deja de ser importante mostrar la diversidad y aceptarla.
En este caso, el enamoramiento para con Denver es mucho más contundente como motivo que el de Estocolmo. Este es un personaje que rompe estereotipos, que viene a dejar un mensaje acerca de padres aceptando a sus hijos como son e hijos aceptando, queriendo y perdonando a sus padres a pesar de las posibles equivocaciones que puedan haber cometido en la vida. Si esto no estuviese lo suficientemente claro en acciones, ella se encarga de hacérselo saber a Estocolmo para dejarla tranquila como madre cuando teme que su hijo se entere su historia y ya no la quiera.
Hay un momento muy tierno en el que el padre de Manila, después de haber aceptado su sexualidad, menciona que no quiere que ella vaya a la cárcel porque ya estuvo en la cárcel de su cuerpo durante 30 años, una situación que tiene un gran impacto emocional.
Un guiño de justicia social
Escondidos dentro del guión hay al menos tres casos representativos sobre los males sociales actuales, mensajes integrados de manera sutil. Esto se viene haciendo desde la primera temporada, pero no quiero dejar de mencionarles los que me llamaron la atención de esta entrega.
La primera instancia es donde Bogotá y Gandia están involucrados en un enfrentamiento a puños. Mientras Bogotá está indignado de que Gandia fuera el responsable de la muerte de Nairobi, también le molesta es que sea fascista. Con cada puñetazo Bogotá resalta que Gandia es racista, sexista, homofóbico.
También vemos a Denver admirando las exhibiciones dentro del Museo del Oro del Banco de la Nación. Le pregunta a Palermo por qué no están derritiendo este oro también. Palermo, casi como un sustituto de los países y comunidades de los que fueron saqueados, le dice a Denver que no se puede robar lo que ya ha sido robado. El oro que se exhibe en el museo fue robado a los incas y quechuas, dice Palermo y debería ser devuelto. Así mismo resalta que para robarlo, esos pueblos fueron torturados y masacrados.
Por último, en otra escena, Berlín le explica a su hijo cómo el oro robado de culturas antiguas y convertido en objetos como copas de vino y amuletos no es arte.
A modo de conclusión
Habiendo visto todas las temporadas anteriores, ‘Money Heist’ Season 5 – Volume 1, podría decir que creo ha mejorado sustancialmente. Pero aún le falta mucho camino por andar.
Si bien esta primera parte tuvo un tinte más atractivo debido a la acción y al gran trabajo técnico, el desafío será reunir muchos de los elementos que quedaron sueltos. La pista de Berlín se encuentra en la parte superior de esta lista.
A pesar de que toda esta temporada se sostiene en la acción, pero fueron los momentos tranquilos los que tuvieron más impacto que los ruidosos. El Profesor, Sierra, Tokio, Tamayo y Gandia han mantenido el impulso emocional en ambos lados del espectro. Eso alcanza su crescendo en el episodio final con la inminente, y tan esperada, muerte de Tokio.
Ciertamente, se podría prescindir de las lecciones de filosofía pop de los ladrones sobre cómo el robo puede ayudar a uno a alcanzar la libertad. Dejando un mensaje erróneo en la mente de los jóvenes, cuando se buscan sostener tantos otros mucho más poderosos. Además, estas escenas no incluyeron ni una fracción del peso emocional de la escena sobre ‘La resistencia’ entre el Profesor y Berlín en la temporada 1, que familiarizó a esta generación de espectadores de streaming con el himno de ‘Bella Ciao’. Y que quedará por siempre en nuestras memorias.
Ahora esperaremos a diciembre para ver cómo cierra definitivamente esta serie y si el final está a la altura de sus dos primeras temporadas. A pesar de las críticas a este primer volumen, el panorama parece alentador. Ojalá se retire dignamente, más allá de los horrores ocurridos en la temporada tres y cuatro. Me volverán a leer nuevamente en tres meses, para vivir juntos el desenlace…
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Escrito por Camm
Contenido recopilado de Internet
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